Sangré tantas veces
palabras,
verdades,
mentiras,
sueños,
errores,
alas partidas.
Sangré esperas,
malos entendidos,
peores intenciones.
Sangré un pueblo
en mis hijos.
Y sonidos.
Y seres queridos
muertos.
Sangré con el mismo cielo
al despedir el sol...
Sangré y sangro
todos los días
un poco de vida.
María Inés Iacometti
viernes, 2 de octubre de 2020
Hemorroísa
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La sangre siempre será semilla de nuevas espectativas, igual que las lágrimas. El campo de los sueños siempre ha sido regado con sangre y con lágrimas. Con sangre...sudor y lágrimas están construidas las más grandes conquistas del pensamiento humano. Y nuestra poeta no tiene el menor reparo en recordarlo. Albricias por ella. Además del contundente mensaje para los que a diario le apuestan a lo fácil, a lo que no exige nada. Amigos de lo light.
ResponderBorrarIntentar resignificar el esfuerzo es ardua tarea cuando hay tanta desidia "aparentemente fértil" instalada.
BorrarSea este, un mínimo estímulo que quede escrito en un granito de polvo, por si sirve.
Gracias querido José.