Vi pasar varios segundos
con olor a tu nombre
y traté de tomarlos
todos.
Te respiré.
Simplemente.
Aviso.
Estuviste aquí.
María Inés Iacometti
María Inés Iacometti te invita a volar entre palabras, a veces, con cadencias que te acunen; a veces, con experiencias que sacudan y despierten; a veces, con rastros de sol o llanto... Como la vida, Inés se acerca para soñar, ser y creer, en estos "Latidos Inesperados" que acontecen (por ella y por vos).
viernes, 31 de enero de 2020
jueves, 30 de enero de 2020
Vos en la lluvia
Llovía.
¿Cómo podría saber mi piel
que tu historia venía en cada gota?
¿Que las promesas caerían por las piernas
hasta ganar la vereda
en un charco de memorias?
¿Que no habría anuncios en el cielo
de tu bendita llegada?
Ni en los pétalos, ni en las alas.
Callaron las rosas tu sorpresa en sus entrañas.
Los colibríes guardaron sus mieles
para que yo no te sepa.
Sellaron los grillos, sus charlas.
¡No me avisó ni la luna!
(No me dijo que llegabas
envuelto en agua serena
a refrescarme la cara,
a darle un grito a mi ser
o a caminarme descalza).
Sin anuncios, sin avisos. ¡Sin paraguas!
Te me lloviste en la lluvia.
Y yo, con toda mi sed,
de tu ausencia
fui empapada.
María Inés Iacometti
¿Cómo podría saber mi piel
que tu historia venía en cada gota?
¿Que las promesas caerían por las piernas
hasta ganar la vereda
en un charco de memorias?
¿Que no habría anuncios en el cielo
de tu bendita llegada?
Ni en los pétalos, ni en las alas.
Callaron las rosas tu sorpresa en sus entrañas.
Los colibríes guardaron sus mieles
para que yo no te sepa.
Sellaron los grillos, sus charlas.
¡No me avisó ni la luna!
(No me dijo que llegabas
envuelto en agua serena
a refrescarme la cara,
a darle un grito a mi ser
o a caminarme descalza).
Sin anuncios, sin avisos. ¡Sin paraguas!
Te me lloviste en la lluvia.
Y yo, con toda mi sed,
de tu ausencia
fui empapada.
María Inés Iacometti
miércoles, 29 de enero de 2020
Luna despierta
Qué soledad de luna despierta,
si estás lejos.
Cuánto eclipse de color y desierto
usurpando las pupilas.
Se hielan las ideas en sal del alma
y caen en cortejo solemne
por mi rostro.
Las manos se exasperan y erigen en el aire
las caricias…
Te llaman,
por su cuenta,
como si, desprendidas y en la nada,
convocaran a tu amor.
Es tarde ya
si no estás conmigo.
María Inés Iacometti
Resiliencia del alma
que me son fieles?
Esos que juntan
mis pocas hebras sanas
y se reinventan
con ganas de lazos nuevos.
Y tejen palabras
aún sin destrezas de mi parte.
Y van hilando las hazañas
de letras cortas,
-sílabas despedazadas-
en la resiliencia del alma,
en el descanso que se adopta
como instrumento viejo,
porque es cariño, porque es afecto,
y que aunque resigne sus mejores notas
siempre obsequia alguna canción más.
¿Qué haré?
Tal vez,
solo tenga que salvarlos de mí
y dejarlos ser.
María Inés Iacometti
Equilibrio necesario
Así de caprichosa es la luz.
Decide -salvo excepciones-
iluminar solo lo más alto.
Entonces...
¿Quién se animará a culpar a las sombras
de compensar tal desigualdad
-en honor a la justicia-
protegiendo lo más bajo?
María Inés Iacometti
Desidia
Entre sus dedos corrió agua,
tiempo,
emociones,
experiencias.
De ellos también cayeron
pocas palabras,
notas,
trazos,
blancos,
desvaríos.
Algunas hojas de otoño.
Y yo.
María Inés Iacometti
tiempo,
emociones,
experiencias.
De ellos también cayeron
pocas palabras,
notas,
trazos,
blancos,
desvaríos.
Algunas hojas de otoño.
Y yo.
María Inés Iacometti
¡Ah! Tus ojos...
Yo quería estar tranquila en mi oscuridad
pero andando
me topé con una luz inevitable...
¡Tus ojos!
María Inés Iacometti
martes, 28 de enero de 2020
Pensando en vos
Pienso
y en las anécdotas que más recuerdo,
hay un ser omnipresente
que me hace sentir monotemática.
María Inés Iacometti
y en las anécdotas que más recuerdo,
hay un ser omnipresente
que me hace sentir monotemática.
María Inés Iacometti
¿Distancia?
¿Cómo es eso de estar lejos?
Mi mente no logra tu distancia.
¿Podrías describirla?
María Inés Iacometti
Mi mente no logra tu distancia.
¿Podrías describirla?
María Inés Iacometti
lunes, 27 de enero de 2020
Autodefiniciones
Generalmente...
Me sueño arena.
Migajas.
Polvo.
Sedimentos.
Piedras.
Agua.
Cerco.
Semilla.
Huella.
Cuna.
Rama.
Tierra.
Viento.
Ocasionalmente
(y solo de paso)
me sueño piel.
Me siento huesos.
María Inés Iacometti
Me sueño arena.
Migajas.
Polvo.
Sedimentos.
Piedras.
Agua.
Cerco.
Semilla.
Huella.
Cuna.
Rama.
Tierra.
Viento.
Ocasionalmente
(y solo de paso)
me sueño piel.
Me siento huesos.
María Inés Iacometti
Los ojos hacen horizontes
Hay tantos horizontes
como ojos
que se presten
a mirarlos.
María Inés Iacometti
El milagro de la idea
Compongo los retazos
que me van siendo revelados.
A veces son solo palabras;
a veces, alguna frase.
Y pienso en el milagro de la idea:
tan efímera,
tan frágil y tierna
que ante la menor desatención,
se desvanece,
se retira,
nos abandona...
Pero tan fascinante a la vez,
que si logramos abrazarla
y descubrirle la forma
que más cómoda le quede,
nos recompensa con la conmoción de piel
y quizás
-si nos animamos a escribirla en voz alta-
hasta de algún corazón
que se deje llevar...
María Inés Iacometti
que me van siendo revelados.
A veces son solo palabras;
a veces, alguna frase.
Y pienso en el milagro de la idea:
tan efímera,
tan frágil y tierna
que ante la menor desatención,
se desvanece,
se retira,
nos abandona...
Pero tan fascinante a la vez,
que si logramos abrazarla
y descubrirle la forma
que más cómoda le quede,
nos recompensa con la conmoción de piel
y quizás
-si nos animamos a escribirla en voz alta-
hasta de algún corazón
que se deje llevar...
María Inés Iacometti
Ubicación:
Santa Fe, Argentina
domingo, 26 de enero de 2020
Carencias
Más tarde,
cuando me apague y deje de ser tu luz
comprenderás
mi sed de tus brasas.
María Inés Iacometti
Fuimos
Aquel día
en el que las nubes
se aproximaron a los dedos
y con cabellos húmedos,
se dejaron tocar...
En esa textura extraña del recuerdo
que balancea lo real
y lo imaginado
con un zigzagueo constante...
Ahí,
en el eclipse soñado
que permitió solo
las luces necesarias...
Fuimos.
María Inés Iacometti
en el que las nubes
se aproximaron a los dedos
y con cabellos húmedos,
se dejaron tocar...
En esa textura extraña del recuerdo
que balancea lo real
y lo imaginado
con un zigzagueo constante...
Ahí,
en el eclipse soñado
que permitió solo
las luces necesarias...
Fuimos.
María Inés Iacometti
El poder y el tiempo
Quise sentir el poder de detener el tiempo
entonces
en un acto de extrema valentía
y cuasi delirio,
arranqué las agujas al reloj,
dejé de escuchar sus pasos
y me descubrí,
por fin
escuchando los míos.
María Inés Iacometti
Solo besos
Estallaron las voces.
Los sentidos.
Los cuerpos.
Y las estrellas.
Y las flores.
Los anuncios.
Los secretos.
El cielo se deshizo en lluvia.
El presagio se volvió silencio.
Sucumbió la vida
en pocos instantes.
Y entre ellos...
¡Solo hubo besos!
María Inés Iacometti
viernes, 24 de enero de 2020
Estas miradas
Y si el amor no alcanza a realizarse
en estas miradas.
En esta detención de pulsos
que se olvida del tiempo.
En este pedazo de inconsciencia
en el que la nada
se hace una con los dos
y solo, somos...
Habrá que pensarnos
en otra estrategia,
en otras formas,
en otras vidas.
Mientras tanto
y eso llega,
seamos la ternura hecha emoción,
la imagen que brilla sutil
en una lágrima
y se guarda
(para no perderse).
Amparémonos en nuestros ojos.
Sigamos viviendo
-por piedad-
en estas miradas.
María Inés Iacometti
en estas miradas.
En esta detención de pulsos
que se olvida del tiempo.
En este pedazo de inconsciencia
en el que la nada
se hace una con los dos
y solo, somos...
Habrá que pensarnos
en otra estrategia,
en otras formas,
en otras vidas.
Mientras tanto
y eso llega,
seamos la ternura hecha emoción,
la imagen que brilla sutil
en una lágrima
y se guarda
(para no perderse).
Amparémonos en nuestros ojos.
Sigamos viviendo
-por piedad-
en estas miradas.
María Inés Iacometti
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