martes, 31 de marzo de 2020

Testigos

Dibujar el aroma de la tarde
con el leve trazo de un dedo
en el mantel de siempre.

Ese 

que acapara escenas y desdichas,
que quiere mantener su color
pero después de las manchas
no vuelve a ser el mismo...

                    Igual que yo.






María Inés Iacometti

lunes, 30 de marzo de 2020

Apenas una Canción

Señor,
¿cómo se escribe su nombre?

¿Cómo es que se escribe Tango
sin saber el bandoneón?
¿Sin vibrar en procesión
con sus aires tan dolientes?
¿Sin su susurro descalzo
caminante de la piel?

Señor,
dígame ¿cómo osaría
pretender siquiera letra
que le fuera develada
a una Eladia siempre eterna?

Si aunque intento sin descanso
honrar la vida con vida,
me equivoco, me suprimo
y tantas veces        me tacho.

Aunque me animé a cantar
la falta envido con veinte,
siento el verdor en mis cartas,
me falta el hollín, el café,
las horas de andar veredas,
las distancias, madurez...

Disculpe pues mi torpeza
y con respeto a su honor,
hoy regresa a algún cajón
este intento impertinente
que ha nacido solamente
para ser simple Canción.



María Inés Iacometti

sábado, 14 de marzo de 2020

Con vos

El amor con vos
es una artesanía.
Es una conjunción de quimeras
entrelazadas con enigmas,
salpicadas de esperas
abiertas en el pecho
que realmente,
no esperan nada.

Es un vaivén 
de lunas y cielos 
donados a la tempestad
que lejos de ser escándalo,
se puebla de caricias ignotas
para llevarnos a la infinitud.

Es la acción de abrir las manos,
mojar el alma,
trepar al tiempo 
y con la autoridad de un jinete avezado,
tomar sus riendas
para gozar el trayecto.

El amor con vos
es todo lo que se dice
       sin nombrar
y todo lo que se nota,
       sin ver.


María Inés Iacometti

martes, 10 de marzo de 2020

Mi nombre

Mi nombre,
desgranado en letras pequeñas
buscó tus lugares para acompañarte.
Ahí,
donde te encierran las luces,
te silencian los vacíos,
te duermen las luchas
o despiertan tus torrentes.


Mi nombre,
desgajado y sencillo
se fue detrás de un sueño
subido a ese cometa
que inventamos para sonreír.
Se fue, perdiendo el ego,
reponiéndose a las no caricias,
a los abrazos vedados,
a los dedos cruzados entre sí.

Y te amó...

Amó tu todo, tus espacios,
tus desazones, tus milagros.
Tanto,
tanto te amó al encontrarte
que se niega a volver a mí,

mi nombre,
sin traerte.

María Inés Iacometti

lunes, 9 de marzo de 2020

Desde mí, hasta vos


Necesito mirarte
y no pensar oscuridades
en tus ojos.
Quiero poder confiar
en mis instintos
y encontrarte
como sos,
del otro lado de mis sueños.

Es imprescindible
la sinceridad
desde vos hacia mí,
desde mí hasta vos.

Porque he logrado
mi equilibrio emocional
(después de mucho andar)
puedo ofrecer
la armonía que viene
a sumarse a la tuya.
No la quiebres,
no la desperdicies,
no pretendas completarme.

No insistas en poseerme.

Yo me entrego al amor
con amor y por amor
cuando mi corazón lo decide.

Estoy lista para cuidar
tus sueños
y también
para desvelarte
pero prescindo de vos
si el vuelo no es de a dos,
sincrónico,
armónico,
rítmico,
pacífico.

Me nombro río
que puede canalizarse
en tus arterias
o inundarte
según el tiempo y la devoción
que nos procuremos.
Soy el llanto y el consuelo.
La brisa que calma
y el volcán que enciende.

Amame, valorame, creeme,
acompañame, seguime,
proponeme, respetame.
Te amo, te escucho, te pienso,
te sueño, te aprendo,
te siento, te enseño.

Soy todo. Sos todo.
Juntos,
somos milagro.

María Inés Iacometti
MUJER PRESENTE - MARZO 2020