Mi nombre,
desgranado en letras pequeñas
buscó tus lugares para acompañarte.
Ahí,
donde te encierran las luces,
te silencian los vacíos,
te duermen las luchas
o despiertan tus torrentes.
buscó tus lugares para acompañarte.
Ahí,
donde te encierran las luces,
te silencian los vacíos,
te duermen las luchas
o despiertan tus torrentes.
Mi nombre,
desgajado y sencillo
se fue detrás de un sueño
subido a ese cometa
que inventamos para sonreír.
Se fue, perdiendo el ego,
reponiéndose a las no caricias,
a los abrazos vedados,
a los dedos cruzados entre sí.
desgajado y sencillo
se fue detrás de un sueño
subido a ese cometa
que inventamos para sonreír.
Se fue, perdiendo el ego,
reponiéndose a las no caricias,
a los abrazos vedados,
a los dedos cruzados entre sí.
Y te amó...
Amó tu todo, tus espacios,
tus desazones, tus milagros.
Tanto,
tanto te amó al encontrarte
que se niega a volver a mí,
mi nombre,
sin traerte.
María Inés Iacometti
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