En esta tempestad
¿qué se podría?
Solo cabe el grito inenarrable
apretándose en los labios
de dos
que se nutren
mutuamente.
Solo el éxtasis subiendo por las piernas
en escalas de poros exaltados
como notas
in crescendo.
Margaritas
recuperando alas
sin enumerarse
que celebran
y bailan
y tiritan de paz
de bríos...
En estas humedades azules
se impregnan de luz
los confines de dos cuerpos
y aprenden a encontrarse
hasta las sombras.
Magnánimos espacios en el tiempo
se pausan por amor
se amarran
se sueltan
y vuelven a empezar.
María Inés Iacometti
Fotografía: Benoit Courti