jueves, 8 de octubre de 2020

Entrega

Deshacerse en el mensaje de las horas...
¿Será como el desgarro de verse incomprendido?
¿Hallarse entre mil granos de arena y esparcirse
montados en el viento, ya amo, ya destino?

Desmayarse de las mayas invisibles
que aíslan o interpelan al punto del ahogo.
Desangrarse quizás, de las gotas que amenazan
con irse para siempre vestidas en el lodo.

Deshilacharse en los caprichos de la aurora
que ve tendidos harapos de las almas,
que toman por el filo desamor y odio,
tormenta irrenunciable herida entre las ramas...

O solamente será una simple entrega
-fugaz presencia jamás asida a nada-
que muerde instantes y los transforma en dulces,
que siembra, sueña y se va en la madrugada.


María Inés Iacometti

2 comentarios:

  1. Parir duele. Pero la recompensa lo olvida. Parir letras...una obra literaria...una novela...un poemario también pasa por un crisol muy amplio que por lo general conduce a esa satisfacción indescriptible e inimaginable.
    Maria Inés la poeta sabe de eso. Sabe de partos...de dolores y de insurrecciones y de verdades que le han costado sangre. De satisfacciones también. Bien por la poeta que sabe poner el dedo donde duele, cierta de que ahí puede brotar la vida. En la entrega no hay cálculo.

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    1. Querido José. ¡Cuánto sabés de dolor y de partos! Tu presencia es una de las inesperadas satisfacciones en mi vida. GRACIAS.

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