jueves, 15 de octubre de 2020

Esperanzas maduradas

Casualmente me laten las ganas de vos
cuando el aire se inquieta con preguntas
o la mirada no se encuentra con los ojos
o las sienes se bifurcan en mil caminos impensados
como ramas,
como raíces,
soportando y soñando
o soñando y soportando.

Casualmente necesito detenerme en vos
cuando el tren del universo nos repite
que estamos en marcha,
que los letargos son pasado
y que las metas están más cerca que nunca.

Evidentemente no es casual llegar a vos
para buscar el alivio de mi aliento,
el reposo en los brazos que calman a mi espalda,
el sereno silencio que nos relaja y prepara
a poder seguir viviendo en las luchas profundas,
en las sedes que no cesan,
en las subidas ansiadas a los sueños clandestinos
o en los sueños más tardíos
de esperanzas maduradas.


María Inés Iacometti

2 comentarios:

  1. Vínculos que sostienen el alma,
    esperanzas maduras, de amores sinceros
    en cualquiera de sus múltiples y diversas formas.
    e inagotables, espero.

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    1. Emi! Qué lindo encontrarte por acá! Y de eso se trata la madurez en el amor. Que sean inagotables depende, en gran medida, de nosotros. Un fuerte abrazo. Gracias por dejar tu huella en esta propuesta.

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