sábado, 26 de septiembre de 2020

Reflexiones en voz alta


Conviene la paz que surge de la raíz más profunda
a la calma aparente que navega el horizonte,
ocultando el bullicio de agua.

Conviene el silencio que se elige por prudencia,
ese que duele y cuesta
pero que se ofrece
aún teniendo mil razones que poner sobre la mesa.

Conviene el abrazo que protege y serena
al que se impone porque sí, porque vale,
porque es el que mejor nos queda…

Conviene que el alma se vista de paciencia ante el tumulto
y que se inquiete solo con caricias,
solo con besos que se dibujan como a la creación, perfecta,
con el cuidado obsesivo del artesano
y con las pieles expuestas.

Conviene la sabiduría del tronco
al esplendor efímero de las ramas.

Conviene el arrebato pensante,
el que visita pero no molesta,
el que se expresa con la mirada
y te lleva a sucumbir en plena siesta.

En síntesis y para desvariar,
nos conviene el amor…
Ese que de pronto nos sonríe
y que a veces, nos despierta.

María Inés Iacometti

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