sábado, 27 de noviembre de 2021

Tiempo de vivir

 

¿Qué magia te sostiene
con vida en esta vida?
¿Qué parte de tu esencia
se queda enhiesta en mí?
Podrías derrumbarte
con solo una caricia.
Podrías naufragarme
esperas, y gemir
que todo lo luchaste
que todo lo has brindado
que ya no es este tiempo
propicio de vivir.

Igual me das sonrisas
de verde entre tus ramas
regalo generoso
de historias que en el fin
se encuentran silenciosas
y mecen un mañana
que no saben si acaso
lograran resistir.

Un día fue mi padre
sonriente hasta el esfuerzo
de no mostrar raíces
expuestas y sin fe,
quien esperó quietito
el ulular del viento
en una orilla tenue
de triste atardecer.

Mi padre como el árbol
no quiso ser vencido
y prodigó sus hojas
su sombra, su saber.
Se fue sin estruendosos
adioses que en el llanto
hicieran más difícil
partir a florecer.

Y así será tu día
-lo quiero suponer-
de renunciar al suelo
que tanto te ofreció
y desplegar tus alas
al máximo camino
el que te ha preparado
el mismo Creador.

María Inés Iacometti
Fotografía: Heber Souza

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