Él sabe de sus mareas
y a veces,
las domina.
(Yo no me las conocía).
Él se sabe dueño y parte
en un barco de pocos.
(Yo...
Todavía
no me he aprendido el mar).
Yo,
desde este escalón de cemento
y temor
nunca supe
el paso eterno en una orilla.
Mis pies
han habitado siempre
el autocontrol,
el dominio acomodado del deseo
que no irrumpe
donde no se lo ha invitado,
que no clama
por emociones nuevas
ni se erige
tratando de alcanzar
la otra vereda.
Pero extrañamente
hoy
-como a él-
las olas de la vida
me despiertan,
me sacuden,
se me muestran
con un vaivén casi desesperado.
Me atormentan
y se aquietan
como potros que alardean sus crines
solo por intentar caricias,
por merecerlas...
Él se sabe dueño y parte
en un barco de pocos
y yo,
que del mar
aún no conozco el alma,
navego amordazada por mi vida
consciente de sus olas,
enamorada.
María Inés Iacometti
Fotografía: Benoit Courti
Una vez más y todas las que correspondan la Poetisa nos conduce con magistral habilidad por el mundo de los temores y complicidades. Y cuánto nos dice cabrillea el mar y el aire y las manos asidas. Corre el agua por esos nuestros rincones secretos y la belleza...ay la belleza descorchada ofreciéndose...y uno solo- titiritando-.
ResponderBorrarQue el alma se ilusiona entre temores y complicidades. Qué ese es su derecho. Creo es lo que nuestra querida Poetisa quiere transmitirnos y su esfuerzo no es en vano.
Gracias.
José R. Hernández V.
Que todos y cada uno de mis esfuerzos, tengan al menos en un corazón, un trocito de la repercusión que ha sucedido en el tuyo. Es mi deseo. Será demasiado pedir?
BorrarGracias por estar y ser, querido José.
Yo veo una mujer...un ser humano...una alma...un corazón de altos vuelos. Y naturalmente q nunca es demasiado pedir cuando a tus pies salta a borbotones la Vida.
ResponderBorrarMuchas gracias por este comentario. Y que siga siendo la vida, en palabras. Un abrazo 🌹
BorrarCuando unos ojos tienen vida: sonríen...cantan...se hacen poesía! 🤗
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