Cómo no amarte en tus manos
milagro extendido
entre la tierra
y la piel.
Cómo no buscar ese rincón en tus labios
que me pronuncia
aún sin voz
en el gesto
en la intención.
Cómo no amarte en cuanto te sé
y en lo que me falta
con tus argumentos válidos
y los que creo absurdos
que solo escucho para que a tu vez
oyéndote
los refuerces y defiendas
o descartes...
Cómo no interpretar tus silencios
si ellos me hablan de vos
y me llevan
directamente a tu almohada.
Intervenir la aurora
y dibujarte en ella.
Sembrarte de memoria
a tientas.
Cómo no habitarnos
mutuamente
en esta impertinencia
que dice a gritos
quiénes somos.
María Inés Iacometti
No hay comentarios.:
Publicar un comentario