jueves, 28 de mayo de 2020

Delirios de madrugada

Mis acordes te recuerdan
como un remanso esperado,
como ese alivio que no se busca
pero se anhela
al despedir la tarde.

Y te vibro y me rasgas,
juego sutil
de sonoridades incorpóreas,
que se trepan
conquistando los silencios.

Y me quedo y me alcanzas,
llamas creciéndose mutuamente
y mutuamente también,
se amansan.

Caprichos, palabras,
montura puesta al revés.
Inquietudes​, madrugada.
Espejos de no figuras.
Manos que se forman, braman,
emergentes del sin sentido
por trascender,
por burlar la nada...

Te recuerdo y te traigo,
y te elevo
y se me antoja tocarte,
y es bueno.
Porque estás.
Y en este instante,
si te trajiste o no, no importa.
Te tengo y eso,
eso me basta.


María Inés Iacometti

3 comentarios:

  1. Los anhelos son tan reales como ese pájaro que en este momento rasga el cielo. Y necesarios. Y nos acometen. Y no piden permiso y se instalan. Y a veces son tantos y a la vez todos asomando sus cabecillas, pujando.
    María Inés sabe de anhelos. En su impronta es anhelo de los que la han escuchado cantar, de los que la han logrado leer. Anhelo de lo auténtico, de lo verdadero. Anhelo de lo noble. De lo transparente. De lo que sin ambajes me propongo tener entre mis manos o recostado al pecho.
    Una Poetisa como ven muy...muy humana.
    Gracias

    José R. Hernández V.

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    1. José, tu presentación no podría honrarme más. Agradezco a la vida la oportunidad de estas cercanías que esperaban por ser.
      Un gran abrazo.

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    2. ....que esperaban por ser. Alucinante!

      J.R.

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